julio 04, 2008

Estonia, un pequeño rincón en el Báltico

Luego de mucho tiempo sin pasar por este blog, vuelvo para contarles un poco sobre el nuevo país en el que vivo desde hace tres días: Estonia.

Un país en Europa del Este, con una población de apenas 1.3 millones de habitantes (menor que la pobalción de Barquisimeto) está marcado en mi mapa de lugares visitados como el puntico más lejano en el que he estado respecto a mi ciudad natal. Estonia es un país joven: independiente desde hace apenas 17 años, cuando dejó de ser parte de, en aquel entonces, la Unión Soviética. A pesar de ser independiente desde hace tan poco tiempo, tecnológicamente es mucho más avanzado que otros países de la misma región. Puedes hacer prácticamente todo por Internet. Por ejemplo, cuando abrí mi cuenta bancaria, me dieron inmediata y gratuitamente un dispositivo que lee tarjetas que puedo conectar a mi laptop y así pagar todo a través de Internet. Otras cosas que puedo hacer en línea son: compra del pasaje para uso de transporte público, firmar, pagar estacionamiento por celular y hasta puedes comprar una Coca-cola por celular. Es el primer país con una embajada en una comunidad virtual (Second Life) y el segundo en implementar votaciones vía Internet. Todo esto, como se imaginarán, hace la vida en este lugar muy cómoda. Una cosita más sobre la tecnología: este es el país donde nació Skype, Kazaa y Hotmail.

Pero como todo, nada es perfecto. Antes de ser invadido por la Unión Soviética, Estonia tenía el mismo nivel económico de países como Dinarmarca y Suecia, pero luego de la invasión quedó con muchos rastros que te hacen sentir a veces que estás en Rusia. Carros viejos rusos, edificios soviéticos, sacados de un molde de cementro feos, tal como describía los que no me gustaban de Varsovia y, a diferencia de otros países de la Unión Europea (en especial los occidentales) las áreas públicas no están tan bien mantenidas, pero sí hay uno que otro de esos bosques y parque en los que me gusta trotar.

La gente aquí es pequeña, pero como toda la gente de este lado del mundo (Suecia, Noruega, Finlandia) son rubios, muy rubios...amarillitos. Pero también hay gente de cabello oscuro, normalmente rusos. Hay muchos rusos en la población y por eso el ruso es el segundo idioma más iportante del país.

Tallinn, que es la capital, es el lugar donde ahora resido. Tiene unos 400 mil habitantes. Es una ciudad pequeña y tranquila. Después de vivir un año en Varsovia que es tres veces más grande, siento que todo me queda a la vuelta de la esquina.

Esta vez tengo planes de ponerme a estudiar estonio que aunque, al igual que el polaco, es difícil no espero salir de Estonia con la misma frustración con que dejé Polonia. El idioma Estonio es de la familia de las lenguas ugrofinesas, a las que también pertenecen el Húngaro y el Finés.

El clima es casi igual que en Polonia, pero por estar más al norte, la posición del Sol en las diferentes Estaciones del año varía más. Ahora que es verano, por ejemplo, se vive lo que aquí llaman "noches blancas". Aunque el Sol se oculta, quedan ciertos rayos de luz que hacen que la noche no llegue como la conocemos en Suramérica. Son más bien de un azul tirando a gris. O sea, no oscurece. Y en invierno el Sol está muy pocas horas fuera.

Luego les cuento un poco más. Por ahora los dejo con esto y me voy al festival Õllesummer a ver Franz Ferdinand en vivo ;)