septiembre 17, 2007

Kraków (Cracovia)

El fin de semana del 7 de Agosto me fui de paseo a Cracovia con Luis. Esta es la ciudad turística más importante de Polonia y una de las más importantes de Europa. Para algunos es la ciudad más importante de Polonia, pues fue la capital antes que Varsovia.

Nuestros anfitriones fueron Weronika y su simpático gato Orzech...y sí, bueno, también su novio a quien sólo vimos salir del cuarto una vez. A Weronika Luis la contactó a través de couchsurfing.com. La tecnología es una maravilla (Internet, para ser más claros). Te permite dormir en casa de desconocidos en una ciudad desconocida por 2 noches o más y gratis! ¿Bueno o qué? Claro! La situación es algo rara. Te preguntas como es que alguien en el mundo decide recibir a un desconocido (en nuestro caso, a un par de desconocidos) en tu casa para que pasen la noche y de paso, gratis!! Pero una vez que estás viviendo la experiencia y tu eres el recibido, la pregunta cambia a cómo es que te quedas en casa de un desconocido, en una ciudad desconocida a la que sales a pasear dejando todas tus cosas donde los desconocidos! Jejeje. Pero se sobrevive. Weronika es super simpática. Ahora nos toca a nosotros dejar surfear a otros en nuestro sofá (cuando lo tengamos!).

Orzech
Weronika (todos usan un mapa aquí!)

La primera noche, que estaba fría, nublada y lluviosa como todas las anteriores, a penas salimos un rato al centro de la ciudad a conocer el Main Market Square. Se vaía todo bonito a pesar de que no se apreciaba bien por la lluvia. Este MMS es mucho más grande que el de Varsovia. Y a pesar de la lluvia, se notaba que habían más turistas. Después de caminar un rato bajo la lluvia nos metimos en uno de los más o menos 300 pubs subterráneos que hay en esa zona de la ciudad. Ahí nos dimos un gustazo con unos biggots, un par de tecitos y par de cervecitas. Nada más pensar en salir de ahí era una pesadilla sabiendo el frío que había afuera, pero no podíamos pasar ahí la noche. Así que luego de prepararnos bien psicológicamente (y con par de paraguas e impermeables, claro!) regresamos a donde nuestros anfitriones a pasar la noche.

Iglesia del Main Market Square de Cracovia
El domingo en la mañana (el sábado me lo salto porque tiene su propio post) nos tocaba aprovechar en lo mayor posible el tiempo porque el tren de regreso a Varsovia salía a la 1:20 p.m. Así que nos levantamos, despedimos a nuestros anfitriones y nos lanzamos en un bus hasta el centro de la ciudad. Esta vez pudimos apreciar todo mucho mejor. Este Market Square es más bonito que el de Varsovia. No sé el resto de la ciudad porque no tuvimos tiempo de ver mucho. De cualquier modo, algo que no me gustó es el sistema de transporte, sencillamente porque no hay metro así que los autobuses van atiborrados de personas empujándose por entrar. Así como en Venezuela. Sólo que el olor de los de aquí es muy peculiar. Todos vamos sudando enlatados en ese pedacidto de cosa rodante con mil abrigos encima que te sirven si estás afuera, pero que adentro de ese bus con tanta gente te hacen sudar produciendo lo que Luis ha bautizado como el "olor a Europa". No todos huelen mal, pero muchos sí.
En el Old Town entramos al Czartoryski Muzeum que tiene una pintura de Da Vinci muy famosa. Fuimos los segundos, después de un paquete de turístas norteamericanos viejos que estaban, al igual que nosotros, esperando que abrieran el museo para entrar. En el museo se ven muchas cosas de esa familia de reyes (Czartoryski) y de otros. Es increíble como luego de 600 años esas cosas aún se conserven: armaduras, armas, ropa, vajillas, pinturas, y pare Ud. de contar.

En carrera nos fuimos por la Ruta Real que habíamos recorrido la noche anterior ignorantes de que lo hacíamos. Al final estaba el Wawel Castle. Quisimos entrar pero los tickets eran para después de la 1 p.m., hora en la que ya estaríamos montados en nuestro tren de regreso. Pero al menos logramos ver el Castillo por fuera, y su Catedral (al fondo en la foto de abajo).
En Wawel Castle
Para terminar el paseo, nuestra anfitriona Weronika se reunió con nosotros en la entrada del Castillo para llevarnos a su lugar de trabajo: un restaurante super viejo de la ciudad. Fundado en 1364. Bonito, super lujoso y por supuesto, muy caro. Está reservado para almuerzos importantes, como el que estaban organizando ese día con gente del gobierno y unos chinos, y también para gente de mucho dinero. El edificio ha sido remodelado muchas veces, pero por dentro aún conserva su techo original. Lástima que no tomamos la foto :$
El viaje terminó con el inicio de una lluvia, comprando Kebab en la estación de metro y montándonos en el tren.