Lisboa?! Si! Lisboa!...Mariana me propone una semana atras:
vamonos a Lisboa un fin de semana. Yo con mis mil cosas en la cabezas (básicamente trabajo) lo dude bastante, pero al final el lunes ella me llama:
si consigo pasaje te vienes! Cómo rechazaba una invitación asi: Un fin de semana en una esquinita soleada de Europa para conocer y relajarse. Mariana me dice
Cancela tus clases del lunes, puedes? que hay un vuelo con salida el sabado en la mañana y con regreso el lunes. Y así comenzo la historia...Así que en mi semana de trabajo sin mucho tiempo para pensar en el viaje me concentré en dejar al día mis responsabilidades. Llega el viernes por la noche y al final de la noche, ya muy tarde antes de acostarme hago la maleta y dejo la laptop y el cepillo dental sin empacar. Programo celular con alarma para las 4:00 a.m.
Luego de una corta pero placentera noche de sueño abro los ojos, me estiro un poco y miro a la ventana. Al ver hacia afuera pienso Ese cielo esta como muy claro para ser madrugada de invierno polaca. Y la reacción inmediata: Un brinco! Cataplan! Me paro de la cama de un golpe y me llevo todo por delante! El reloj! 5:55 a.m. NO!! Me va a dejar el avión!!!!!!!!! Páaaanico En menos de lo que canta un gallo me pongo todo la ropa que había dejado preparada! Franela, jeans y reloj! Cojo el bolso y pego una carrera por las escaleras! Entro al baño, no tengo tiempo de nada así que sólo cojo el cepillo dental! Salgo del baño, chaqueta, medias y botas a medio poner! Cojo las llaves y tras cerrar la puerta me lanzo medio matándome por las escaleras del edificio! Hasta ese momento y desde que me paré de la cama no dejaba de pensar: Dios debo tomar un taxi! Si tomo el bus no llegaré a tiempo?! Pero qué taxi?! No conozco una línea, no se hablar polaco! Y para que estos polacos hablen Inglés primero hay que echarse un rosario (como diría un colega) debi haber despertado a Asia y pedirle el favor. Pero es muy temprano! Pero solo tenía que pedirle que me llamara a un taxi, qué hago?! Qué hago?! Al final, sin resolver llego abajo y comienzo a correr por la calle así como si el mundo se estuviese acabando tratando de acomodarme la bufanda y la chaqueta que llevaba guindando. Corro en dirección de...de qué?! Un taxi? El autobus! Un autobus?! Mientras corro veo en la esquina opuesta a un borracho meón de esos que sobran en Varsovia. Nada zarrapastroso pero borracho al fin. Pinta decente...tal vez viene de una fiesta. Dejo de correr y me paro a pensar qué haré. Miro a un lado, miro al otro. Nada de taxis. Neblina y oscuridad. Cero ideas. Cero reacción. Solo pánico!! Asi que en medio de mi pánico lo unico que se me ocurre es cruzar la calle hasta donde el borracho y he aqui el error #4 en una serie de errores, le pregunto: Hablas ingles? El responde que un poco y yo comienzo balbucear, chillar y gritar: taxi, donde puedo coger un taxi, puedes llamar a un taxi, taxi, aeropuerto, taxi, vuelo, taxi, necesito un taxi, voy a perder un vuelo, tengo que llegar al aeropuerto pronto! El tipo responde que si, que el pidio taxi, que esta esperando su taxi, que me va a dar su taxi. Bingo! pienso mientras miro al otro lado y pienso: Telecajero! Dinero! No he sacado ni cambiado dinero! En Portugal no aceptan Zlotych! Dinero!
Y vuelvo a pensar: y si este borracho no sabe lo que esta diciendo? Mejor llamo a Asia! Dios, no le meti dinero al celular!! Llamar...aja! El borracho debe tener cel. Le pregunto, tiene y me pide el número al que quiero llamar. Marco...Asia no atiende. Mientras tanto cruzo la calle, saco dinero, 200 zlotych. Mientras lo hago el borracho se acerca y ve que saco dinero. Me dice que no atienden y remarca...Nada. No atiende...La casa! Marco a la casa! Y marco a la casa, Asia atiende en su voz dormilona y yo, llorando y gritando, le explico en medio segundo: Necesito un taxi, estoy abajo! Porfa pideme uno! Perdona que te despierte! Perderé el avion! Por fa! Mi hermana me matará. Asia que es genial cuando ve a otros en problemas reacciona rápidamente, dice que OK y cuelga. Mientras espero señal alguna persigo al tipo quien caminaba buscando su taxi yo lo perseguía y esperaba otro...llega uno! Lo paro. No se para. Decido dejar de seguir al borracho y me devuelvo por si veo a mi taxi...en eso el tipo grita Tu amiga! está llamando tu amiga! Mientras me acerco para hablar por el cel pasa otro taxi, este se para. El borracho se mete y al mismo tiempo me pasa el cel. Yo me meto y le digo a Asia que ya estoy en un taxi, que gracias. Ella me calma y cuelga... y yo pienso: wtf?! Por qué el borracho se metió en el taxi? Y al preguntarle él dice este es mi taxi! Le digo al taxista si lo llamaron desde Podwale y dice que si. Pero después de todo el borracho y yo nos encontramos en Podwale...sin pararle grito: Chopina Airport please! Y arrancamos. No habiendo rodado una cuadra el borracho pregunta al taxista en polaco por el precio de la carrera y yo entiendo con mi escasisimo polaco que la respuesta del conductor es 50 zlotych. Asi que me altero mas de lo que ya estoy cuando el borracho me pide 200 zlotych y comienzo a gritarle que yo entiendo lo que el taxista ha dicho, y lo compruebo sacando un billete y haciendole señas al conductor de pregunta, a lo que el taxista afirma que son 50. Error #5 en una serie de errores: darle el billete de 50 al borracho para que pague el al llegar al aeropuerto pues pienso que apenas lleguemos lo primero que haré será lanzarme del taxi y pegar una carrera hasta la zona de chequeo.
En el camino el borracho hace preguntas a las que a veces respondo y a veces no. Que qué estoy haciendo en Varsovia, que tranquila que vamos a llegar, que faltan 10 minutos, que faltan 8 y yo deseando meterle un par de medias en la boca estresada y preocupada. Veo luz cuando delante de mi aparece el aeropuerto (ya estando muy cerca pues todo estaba cubierto de neblina). Al llegar grito muchas gracias y al intentar bajarme el borracho me agarra y comienza a decirme que no he pagado la carrera. Yo no podia creerlo ¡Que canalla! ¡Ya le había dado 50! Yo me altero, le grito que si eso es lo que quiere. Le zampo una cachetada con todas mis ganas, y cometo el error #6 en una serie de errores: en lugar de darle el billete al taxista le doy por segunda vez un billete de 50 al tipo. Me voy corriendo hasta el mostrador para chequearme y mientras muestro mi pasaporte y espero mi ticket de avión se aparece una pesadilla ante mi: el borracho se para a mi lado gritando en Inglés y en polaco que yo me fui sin pagar la carrera, que no me puedo ir así, que debo un taxi. Que son 350 zlotych. Que?! 350?! De Podwale hasta acá?! Qué descaro! Y le grito a la tipa en inglés que por favor no le crea, que estoy apurada, perderé el avion, que yo no conozco a este tipo. Que está tratando de robarme. Que como estaba apurada tomé un taxi con él pero no se quien es. Y la tipa me da mi pasaporte y ticket y yo salgo corriendo hasta la zona de control de pasaportes soñando que al entrar ahí me libraré del tipo. Pues NO! El tipo me sigue, y yo entre mis nervios fallo tres veces en ir a la ventanilla adecuada, y en lugar de ir a una de pasaportes del mundo me iba a las ventanillas de UE. Ya en la cuarta, esta vez la correcta, creo que por fin lo voy a lograr ¡Pues no! El hombre ha buscado a un policía. El policía me quita el ticket y el pasaporte. Yo me desespero más y lloro mientras le trato de explicar entre llanto, gritos y balbuceos que esto es injusto, que tengo que irme. Mi rabia se ha multiplicado por diez a la n cuando el tipo (policía) que no habla inglés lo único que hace es gritarme en mi cara que me calle! Shut up! Shut up! Shut-up gritaba una y otra vez. En ese momento el mundo que me quedaba se me viene encima y pienso Eres extranjera, no hablas polaco, este tipo esta metiendo un cuento. Tal vez de entrada le crean a él y si sigues así de escandalosa lo que vas es motivar a que te encierren y no sólo perderás el avión si no que tal vez termines presa en un país extranjero. Luego de esa rápida reflexión motivada por el cruel e injusto “shut up” del policía y por las miradas de la gente en el aeropuerto fijas en nosotros me cayo sin parar de llorar y noto que de la nada aparece el taxista. Él responde con señas y en polaco lo que parece la versión real. Que le dí el dinero al borracho y él no se lo dió al taxista. El borracho que no deja de gritar groserías y demás cosas en inglés y en polaco termina obstinando al policía a lo que este decide meternos a mi y al taxista en el departamento policial y dejar al otro afuera. Y ahí sin prestarme a mi la más mínima atención le pide explicación al taxista. El taxista explica haciendo énfasis en lo que a él le interesa: que no le han pagado su carrera. El policía me hace señas de que le de dinero al taxista. Saco el tercer billete de 50 y se lo doy al taxista y al hacer esto el policía me devuelve mis papeles e invita a que salgamos de la oficina y sigamos nuestro camino. Yo me quedo fría pensando en la injusticia y grito ¡¿Qué hay con aquel borracho que me robó mi dinero?! ¡¿Qué hay de eso?! Y al instante pienso que igual aún estoy a tiempo de coger mi avión y me voy llorando decepcionada hasta mi puerta de embarque. No hubo nada que pudiese calmarme ni dejar de hacerme sentir estúpida.
Al final había logrado lo que quería: coger mi avión. Pero por un costo incalculable. No por los 100 zlotych que me robaron descaradamente, si no por toda la verguenza y la rabia experimentadas, y la injusticia con que fue tratado el asunto.
No fue si no hasta estar en el aeropuerto de Amsterdam que me calmé y comencé a disfrutar de la vía y dejé a un lado todas las ideas locas que si de demanda o de amenaza o de otras más en contra del tipo que se me ocurrieron y, además de disfrutar, pude reflexionar mucho sobre lo sucedido. Hay muchas moralejas en toda esta historia y muchos errores. Y si notaron que comencé a contar desde el error #4 en la cadena de errores, aquí les dejo los demás:
Error #1: No haber cargado mi celular con dinero anticipadamente.
Error #2: Haberme acostado tarde y no haber chequeado que el celular con alarma estuviese cargado.
Error #3: Haber entrado en pánico y dejar que los nervios me dominaran
Y ya saben cuales fueron todos los demás.
Creo que la lección más importante fue la importancia de aprender a controlar las emociones. No importa cuanta razón, rabia o tristeza puedas tener, actuar según esos sentimientos muchas veces conduce a hacer las cosas mal, muy mal: pedir ayuda a un borracho. Llorar y gritar. Correr, entre otros.
Además de esa lección me sorprendí de ver lo patético y maluco que puede llegar a ser un ser por unos pocos centavos...¡Canalla!
En el próximo post les contaré un poco sobre Lisboa y mi viaje que desde ya les digo, compensó todo ese mal rato que pasé ;)