septiembre 03, 2007

Paseando con Mariana en Varsovia

El fin de semana antepasado (25 y 26 de agosto), después de habernos conseguido por última vez hace dos años en tierras venezolanas, mi hermana Mariana vino a visitarme en Varsovia.
Pero estemos claros en algo, todo lo que quería era aprovecharse la estadía gratis para conocer Varsovia. Jejeje, chiste. Son sólo calumnias. La compinche pasó volando por acá con la buena voluntad de vernos la cara, chismear y pasear, llego el viernes en la noche al aeropuerto de Varsovia al que fuimos a recogerla Luis y yo. Muerta ella, muerta yo, muerto Luis, decidimos dormir y dejar el tour para el día siguiente.
Su primera impresión era que había viajado desde Alemania hasta Alemania, pués a primera vista todo se veía igual.

Estuvimos en las mejores y peores zonas de la ciudad. Estuvimos en el Old Town, que a mi pesar queda al frente de mi nueva casa, a la que me mudé esta semana ;) Caminamos por las calles turísticas de Varsovia: Krakowiskie, Nowsy świat, Chmielna. Estuvimos en la Universidad de Varsovia y en la Biblioteca de la Universidad. Comimos Pierogi, otra de las comidas típicas de Polonia (debo aclarar que por cuestiones históricas la comida polaca no lo es como tal, es más bien una mezcla de comidas extranjeras y platos que surgieron durante momentos de necesidad como consecuencia de la guerra).

Aproveché de conocer Praga, no la ciudad de República Checa, si no otros de los municipios de Varsovia, famoso por no haber sido destruído, como todo lo demás, durante la Segunda Guerra Mundial. En este municipio, además, está el zoológico de la ciudad, una catedral, una iglesia Ortodoxa y la calle más vieja de la ciudad, según preserva las edificaciones más anitugas (se nota, por lo feas que están) y según nos enteramos por Kasia, media hora más tarde de haber estado allí, la más peligrosa de la ciudad.
Al terminar el paseo, Mariana comentó de algunas diferencias que identificó entre Alemania y Polonia. Aqui se las dejo como referencia: en Alemania, por cuestiones de ley, los negocios, hasta hace poco, cerraban a las 6:00 p.m. (ahora a las 8:00 p. m.) y aqui algunos trabajan incluso hasta las 10 p.m. A pesar de que aquí hay un orden muy propio de Europa, no hay tanto orden como en Alemania, no se consiguen tantas vías para ciclistas como allá, no hay papeleras para reciclaje a lo largo y ancho de la ciudad. El polaco es mucho más difícil que el alemán, los polacos son más simpáticos que los alemanes.
Durante la ida al aeropuerto el domingo nos conseguimos con que la vía del autobús que nos llevaba había sido cambiada temporalmente (por construcciones!), así que comenzamos a preguntar, y entre el conductor del autobús que sólo hablaba polaco, una señora pasajera que hablaba italiano y francés pero no español y aún así lo intentó, y un señor que nos conseguimos en la parada que nos dejó el primer autobús, todos nos ayudaron a llegar a tiempo a nuestro destino. Y situaciones como esta he vivido ya muchísimas desde que estoy aquí. Esta gente es muy amable.

Fotos de todo esto pueden ver en: http://picasaweb.google.com/mary.lasprilla.