El lunes 16 de agosto, cuando llegué a mi primer cuarto de siglo de vida, celebré con mis estudiantes enseñándoles a cocinar gazpacho. Les quedó buenísimo. Ellos, mientras tanto, se dieron a la linda tarea de celebrar el día conmigo haciendo que me olvidara de mi crisis.
Más tarde en casa, mi esposito me esperaría con 20 personas y mi primera fiesta sorpresa. Fue un día inolvidable :)